Nuestras vidas estuvieron unidas durante bastante tiempo, dos años concretamente, han pasado desde que Lisa se fue de Neverland y yo volví a mi hogar, Michael y yo creamos una rutina en común, sin problemas, ni celos ni nada malo, sólo él y yo, nadie más que interrumpiese nuestra relación.
La fecha era 1 de Febrero de 1996, mi 35 cumpleaños, desde que conocí a Lisa he odiado mi fecha de cumpleaños porque cumplíamos él mismo día, pero ya lo he dicho, sólo él y yo.
Michael seguía tan espléndido como siempre, su vida dio varios giros, tuvo unos años un poco malos, pero yo siempre estuve con él.
1 de Febrero de 1996 8:00 A.M:
-Despierta, despierta-me susurró Michael.
-Cinco minutos más-dije yo agarrándome a la almohada.
-No, venga despierta-contestó el moviéndome un poco.
-¿3 minutos?-Sugerí yo intentando conservar el sueño.
-Arriba-dijo él riendo mientras me daba con un almohadón.
-¡Ey! Eso no vale estaba incapacitada-me quejé a la vez que le arrebataba el almohadón de sus manos.
-Feliz cumpleaños-dijo mientras me besaba suavemente, a pesar de haber pasado todo este tiempo juntos, aun me seguía sonrojando cuando él me besaba.
-No me lo recuerdes-reproché mientras me escondía la cara en una sábana.
-¿Por qué? Cumplir años no es malo.
-Porque cumplo el mismo día que la "innombrable" ¬¬.
-Tú no eres ella, tú eres más especial, mucho más, ella no es nada, no existe ¿vale?-dijo mientras me abrazaba.
-Vale, pero la odiaré igual.
-No pienses hoy en ella, es tú día, así que arréglate y prepárate para pasarlo en grande.
-Muy bien-sonreí y me metí en el baño.
Me duché y me arreglé, cuando salí de la habitación Michael ya no estaba, pero en su lugar había un regalo encima de la cama, era una cajita alargada y fina.
Me acerqué a la cama, cogí la caja y la abrí, era una gargantilla preciosa, además de la caja había una tarjeta que ponía:
Esto es sólo un simple adelanto, espero que te guste y que te la pongas ahora.
Me dirigí hacia el espejo, me puse la gargantilla y sonreí al mirarla, bajé a ver dónde estaba Michael, le pregunté a Emily, una de las empleadas de Neverland, y me dijo que estaba en el jardín.
El jardín estaba decorado con unas cintas de colores pastel suave por las columnas del porche y había muchos globos con el típico "Feliz Cumpleaños" impreso, además había una mesa con mucha comida, aunque sólo había,aparte, una mesa individual.
De repente, alguien apareció por detrás y me tapó los ojos con sus manos, yo ya sabía quién era.
-Feliz Cumpleaños-susurró él.
-Muchas gracias, Mike, no deberías hacer esto.
-Sí que debo, pero eso no es todo, ven aquí-me cogió de la mano y me llevó a un lugar del jardín más bonito aún, lleno de rosas de todos los colores, muy olorosas, nos sentamos en un banco de piedra y nos quedamos en silencio mirándonos hasta que él decidió hablar, le observé un poco nervioso.
-¿Sabes que te quiero verdad?-preguntó nervioso.
-Por supuesto que sí, Michael-le respondí segura de mí misma y sonriendo.
-Me haces muy feliz y me completas, eres lo que yo siempre he querido, y lo que nunca dejaré de querer.
-Vale, Mike, me estás asustando, ¿tienes fiebre?-dije divertida.
-Para nada, sólo quería preguntarte si...¿Quieres casarte conmigo?-dijo mientras se ponía de rodillas en el suelo y abría una caja con un anillo.
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Chicas he vuelto e.ê
Sé que el capítulo es corto, pero la intriga es la intriga, ya me entendéis.
Siento la tardanza pero mi imaginación estaba en algo así como "hibernación veraniega" xD
Pero aquí estoy.
Espero que os guste.
Comentad.
L.O.V.E
Att.Rocío Jackson!
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