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martes, 15 de junio de 2010

Capítulo 10




Cuando me dirigí a abrir la puerta me arreglé un poco porque pensé que era Michael que había venido a darme una sorpresa, pero no era así, era Lisa Marie Presley, no tenía nada contra ella porque no la conocía de nada, ni si quiera sabía que hacía allí, pero me inspiraba una desconfianza tremenda, supongo que se creía superior a los demás.

-Mira ni tu ni yo nos conocemos, solo vengo a decirte esto, aléjate de Michael o te las verás conmigo.

-Hola, a ti también, eh...No me interesa lo que tú me digas, porque como bien has dicho no nos conocemos, y por lo que veo no nos vamos a llevar nada bien, no sé por qué vienes aquí amenazándome de ese modo, pero no me importa, ni tu ni nadie me va a separar de Michael ¿queda claro?.

-Pues si así quieres las cosas así las vas a tener. Hasta muy pronto.

-Adiós.

Oog la odiaba con toda mi alma, jamás dejaría que nadie me separase de él, simplemente no podría soportarlo, pero bueno necesitaba relajarme y el único modo de hacerlo era darme una larga ducha y así me arreglaría el pelo un poco. Al cabo de un tiempo en la ducha decidí encender la televisión para no aburrirme, pero en las noticias salía algo que realmente me preocupaba, la presentadora decía que Mike había desaparecido repentinamente y que nadie sabía donde se había ido. En ese momento mi corazón se me vino a la garganta, estaba verdaderamente preocupada por él, no quería que se le pasase nada malo, pero ¿por qué desaparecer así tan de repente? Aún no había terminado los conciertos.
Quería dejar de pensar durante un tiempo así que me puse a leer un libro cuando de repente sonó el móvil, era Miriam.

-Hola, oye...¿Has visto las noticias?

-Si, estoy muy preocupada, no sé lo que le habrá pasado.

-Tranquila, quizás se haya tomado unas pequeñas vacaciones durante unos días para preparar los últimos conciertos, ¿no crees?

-Quizás, oye ¿te puedes creer que ha venido Lisa Marie Presley a mi casa para decirme que me aleje de él?

-Pero esa de que va...Vaya payasa...Vale que sea famosa pero es muy posesiva eh...

-Eso parece...Pero nunca la había visto con Michael, ni si quiera en fotos.

-Pero ya ves esa...

De repente sonó el timbre, de nuevo.

-Oye, después te llamo que están llamando a la puerta.

-Vale, adiós.

Aún no me había dado tiempo a vestirme así que me quité la toalla y me puse un albornoz, cuando fui a abrir la puerta me encontré con una grata sorpresa, era Michael, que venía con su espléndida sonrisa.

-M...¿Michael?...

-Eh..Si yo mismo...¿Estás bien?

No le dije nada solo me fui hacía él y lo abracé y lo besé con todas mis fuerzas, estaba muy contenta de volver a verlo, no sé como pude pasar tanto tiempo sin él.

-Bueno veo que estás genial.-Rió a carcajadas.

-Suspiré-Estoy genial,pero eres muy tonto eh.

-¿Por qué?.

-Me habías preocupado, es que en las noticias han dicho que estas desaparecido.

-Ah claro, pero tranquila los periodistas no saben nada de esto, pero los de la gira sí, no quería preocuparles así que les dije que me daría unas pequeñas vacaciones y que después volvería. Por cierto, me encanta tu albornoz-Soltó una risita pícara y me miró de arriba a abajo- Realmente te sienta muy bien.

-Me sonrojé-Anda entra.

Entró y se dirigió a la habitación.

-¿A dónde vas?

-Voy a comprobar una cosa-abrió el armario y sonrió-Lo sabía.

-¿El qué sabías?

-Que pondrías el vestido a parte.

-Claro, no quiero que se estropee es mi vestido favorito.

-Pues, lo estrenarás esta noche, pero hasta entonces, quiero que te vistas te voy a llevar a un lugar que te va a encantar-Sonrió y salido de la habitación.

Yo empecé a vestirme y a maquillarme quería estar lo más perfecta que pudiese para él, al salir él me estaba esperando recostado en el marco de una puerta y sonriendo, era como un príncipe, era mi sueño hecho realidad.

-Estás preciosa, ya verás como te gusta el sitio al que te llevaré.

-Ains Mike tu siempre tan misterioso.

-Lo sé, y sé que te encanta por eso lo hago.

Al salir había una limusina aparcada en frente nuestra, nos subimos y empezamos a charlar sobre lo que hicimos en este tiempo, y a jugar con papeles que había dentro de la limusina, me asomé varias veces por la ventana pero no reconocía el lugar al que íbamos, era una carretera solitaria, no había nada, solamente unos inmensos árboles y algún que otro pajarillo revoloteando por el cielo. Al aparcar vi que era un inmenso lago, con patos y un montón de árboles, en un claro había una cesta de picnik.

-¿Te gusta?

-Me encanta, muchas gracias Michael.

-No me las des, me gusta hacer esto por ti, además te he traído porque tengo que decirte algo.




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