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viernes, 2 de abril de 2010

Capítulo 5


Nos montamos en la moto y volví a aferrarme fuertemente a él, me encantaba ir así era tan mágico estar con él, podía sentir como si volase, con él sólo se puede sentir libertad, felicidad y diversión, porque era tan especial, tan irreal.


Seguímos avanzando por el bosque supuse que era el camino mas cercano para llegar a Neverland, se me hizo muy corto el recorrido y pronto divisé las inmensas puertas por las que entrar a aquel paraiso de la diversión y el bienestar, podía ver el letrero que tenía escrito en letras mayúsculas y doradas "NEVERLAND", también podía ver los muros de piedra y la entrada llena de flores de todos los colores.
Michael paró la moto justo en la entrada, se quitó el casco dejando así al aire sus precisos rizos, se dirigió y tocó el pequeño timbre que había, tenía cámara, supuse que sería por la seguridad del reciento y para evitar bromas, de repenté oí la voz de un hombre que sonaba através del timbre.
-Buenas tardes señor Jackson.
-Buenas tardes Jeremy, hoy traigo compañía, si es tan amable de abrirnos la puerta...
-Si,por supuesto.
En seguida se abrieron las dos inmensas puertas de hierro, Michael se volvió a subir a la moto y entró en el recinto, era realmente maravilloso, todo estaba lleno de plantas, flores y árboles, había un caminito de piedras que conducían directamente a la gran casa que había allí.
-¿Me esperas aquí o entras?
-Entro.
Le seguí hasta la entrada de la casa, luego él se dirigió a su habitación. Me moría de ganas por saber cómo era por dentro la casa de mis sueños, cuando entré me quedé impresionada al ver los cuadros y las figuras que había, todo era hermoso, el suelo era de madera y las paredes eran de color blanco marfíl, todas las paredes estaban repletas de cuadros y ventanales, era algo majestuoso, había un montón de habitaciones, por lo que decidí recorrerme la casa en el tiempo que Michael tardara en coger la ropa que tenía que coger e irse, pasé por la sala de juegos y estuve jugando con un skate que había, no se me daba nada mal la verdad, recorrí todas las habitaciones hasta que llegué a la más especial, la de Michael, tenía cuadros de Peter Pan en las paredes, libros, un armario enorme y una cama gigante con unas sábanas blancas, también había un escritorio repleto de papeles y por supuesto estaba él, mirandome y sonriendome con su tierna sonrisa y su cálida mirada, se volvió y siguió mentiendo ropa en una pequeña maleta.
-Mike...
-Dime.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Sí, claro lo que quieras.-Dejó de meter ropa en la maleta y se acercó a mi.
-¿Por qué no te quedas en Neverland?
-Porque ya mismo tengo que irme de viaje así que mi manager me encargó que me quedase en el Hotel.
-Pero sería mas cómodo para ti quedarte en tu casa.
-Sí la verdad es que sí pero...Hay que hacerle caso a los managers.-Me sonrió y se volvió hacia la maleta para seguir metiendo ropa en ella.
Yo me senté en la cama, era bastante cómoda, me quedé mirandole tranquilamente mientras él metía la ropa y tarareaba una de sus canciones, cuando acabó cerró la maleta y se sentó a mi lado, extendió su brazo y lo puso sobre mis hombros sin dejar de tararear, apoyé mi cabeza en su pecho, podía oir sus melódicas pulsaciones, olía tan bien, estuvimos así un buen rato hasta que llegó la hora de irnos, ya era por la noche y estábamos muy cansados.
Michael me soltó y fue a coger la maleta, luego se acercó a mi y volvió a envolverme con su brazo.
-Esta vez iremos en limusina, es más cómodo y más divertido.
-Sí, mola ir viendo la televisión mientras nos llevan.
-Sí, es genial, aunque después de pasar mucho tiempo allí metido te cansas.
-Supongo que sí aunque nunca he pasado mucho tiempo metida en una limusina.
-Ya lo pasarás.
Me guiñó un ojo y seguimos caminando hasta que nos encontramos con la limusina, me soltó para ir a meter la maleta en el maletero y yo me subí seguidamente en la limusina, después se subió él. La verdad era que el hotel estaba algo lejos de Neverland así que pasamos mucho tiempo metidos en la limusina, estuvimos charlando y algunas veces jugábamos a tirarnos bolas del papel que había en la limusina. Le pregunté que por qué llevaba papel en la limusina y me dijo que era por si algún fan se le acercaba para firmarle un autógrafo el ya llevaba papel. Nos lo pasamos muy bien en el tiempo que estuvimos juntos en la limusina. Estuvimos cerca de tres cuartos de hora allí metidos, pero fue realmente divertido. Cuando la limusina paró Michael me sacó de la mano y el conductor le llevó las maletas a la habitación, Michael me condujo hasta su habitación, me fijé en que sólo había una cama de matrimonio, pero no importaba, si me quedaba a dormir allí decidiría dormir en el sofá no quería molestarle. Había un balcón enorme y las ventanas tenían unas cortinas finísimas que se movían con el aire. Michael no se apartó de mi en un sólo momento.
-¿Te gusta?
-Me encanta tu habitación Michael, es preciosa.
-Sí, es muy bonita, pero lo que mas me gusta son las vistas que se pueden ver desde el balcón, después te las enseñaré tienes que estar hambrienta, no has comido nada desde el mediodía.
En ese preciso momento mis tripas sonaron y yo me llevé las manos al abdomen.
-Con eso me basta, voy a llamar al servicio de habitaciones.
Michael se dirigió al teléfono y empezó a marcar el número del servicio de habitaciones y cuando le contestaron empezó a pedir comida, demasiada comida me pareció oir.
-Ya esta todo pedido.
-Me da que has pedido demasiado.-Dije riendo levemente.
-Es para los dos tranquila.-Me sonrió y se acercó a mí.
-Si yo estoy tranquila, lo que pasa es que no soy de mucho comer, y además has pedido cosas que sonaban raras.
-Comida Japonesa.
-Genial.-Dije en tono sarcástico
De repente tocaron en la puerta y Michael fue a abrir, entró una señora y dejó la bandeja que traía en la mesa que había en el centro de la habitación.
-¿Me vas a hacer que me coma eso?.-Tragué saliba porque nunca había comido comida japonesa y no sabía si estaría buena o no...
-Si.-Hizo una risa malvada lo cual hizo que yo soltara una carcajada.
-No me lo pienso comer y me da igual lo que me digas.
-¿Cómo que no?.
Comenzó a perseguirme por toda la habitación con un trozo de sushi, hasta que tropecé y caí encima de la cama y él conmigo.

1 comentarios:

paoli95 dijo...

rocio, tu fic es precioso:)

ahora, estoy en busqueda de fics, por eso me gustaria que me dijeras mas fics, para asi poder seguir el tuyo y el de mas gente:) (el d isita ya lo tengo..si sabes mas..no dudes en decirmelos)